Si bien las métricas fáciles de medir son una forma popular de evaluar la complejidad del código, nunca pueden brindarle la historia completa.
Independientemente de la cantidad de código que tenga o del estilo en que esté escrito, si es fácil de navegar, fácil de modificar y fácil de identificar y evitar efectos secundarios, es probable que tenga la complejidad bajo control.